En mi familia vivieron el 23F con gran tranquilidad. El 23
de febrero de 1981 mi madre estaba preparando
oposiciones y hasta las 7 o las 8 de la tarde no se enteró de lo ocurrido. Cuando puso la radio y se enteró no sintió miedo porque al ser joven, no sabía las consecuencias que podía tener que diesen un golpe de estado, los jóvenes como ella y sus amigos no estaban al corriente de la política. Algo que le impresionó mucho fue ver los tanques que sacaban en la televisión de ciudades como Valencia y ver que tenían retenidos a todos los diputados en el congreso. Por el contrario mis abuelos estaban más asustados, porque al haber vivido la posguerra, se temían lo peor.
Mi padre el 23 de Febrero estaba en Soria, en una pensión y se enteró por la televisión. Horas después, él y sus compañeros estuvieron intentando sintonizar emisoras de radio de fuera de España para enterarse de más detalles. Había mucha incertidumbre porque después de la dictadura de Franco, pensaban que la historia se podía volver a repetir otra vez con el golpe de Tejero. Mi padre recuerda que un compañero de la pensión donde se alojaba era comunista quería hacer la maleta y marcharse, pero en general, vivió el 23F como un día cualquiera.
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El teniente coronel Antonio Tejero el 23F |
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Pánico en el parlamento |
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