En mi familia el 23-F, apenas tuvo repercusión y todos ellos,
vivieron este momento como la mayoría de los españoles, con gran incertidumbre respecto
a lo que iba a ocurrir. En cambio, en la vida de mi padre este hecho si tuvo
una pequeña repercusión, pero, para saber más acerca de ello deberemos trasladarnos
un año más tarde del Golpe de Estado, cuando mi padre a comienzos de sus años en
el servicio militar obligatorio en Algeciras, fue destinado como conductor y
transportista de la comida destinada a los cuatros guardias responsables de la
supervisión de uno de los golpistas más importantes del Golpe de Estado: el
general Jaime Milans del Bosch, el cuál a pesar de estar implicado en gran medida en
el golpe y a la espera de su condena, pasó este tiempo en un gran chalet cerca
de Algeciras, eso sí, rodeado por vallas y vigilado por los guardias nombrados
anteriormente.
Según relata mi padre, Milans del Bosch durante el tiempo que
paso esperando condena en aquel lugar vivió con todo lujo de detalles, con
piscina, cocinero propio… y con grandes libertades (dentro de lo permitido),
como la de salir a hacer “footing” por las mañanas alrededor de la valla con la
supervisión de los guardias que le seguían el paso.
Jaime Milans del Bosch(1915-1997)
("El elefante blanco")(Nombrado así por el propio Tejero).
Entrevista en 1812 al general Milans del Bosch.
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