Del 23 de febrero mi madre recuerda que ese día se entero de la noticia al salir de la clase de inglés de la escuela de idiomas. Fue al llegar a casa cuando en la televisión se comentaba la misma y se podían ver las imágenes en blanco y negro de los hechos sucedidos en el Congreso de diputados. Al ver a sus padres tan preocupados se dio cuenta de la gravedad de la situación planteada con el golpe de estado. Mi madre en el año 1981, estudiaba en el colegio Sagrado Corazón de Soria y al día siguiente los profesores estaban desconcertados y se les notaba nerviosos dando las clases. En las calles casi no había gente y se palpaba una sensación de miedo.
Mi padre recuerda que estaba estudiando en Zaragoza, ese día tenía clase en la universidad, acaba las clases a las 21 horas y al salir no vio nada raro. Cuando llegó a casa se enteró en la televisión de lo que había ocurrido, como no había suficiente información al día siguiente las clases continuaron normal. Nadie sabía lo que iba a pasar, en la universidad todo el mundo comentaba los hechos y la información que les iba llegando. Recuerda que comentaron además, que a pesar de que los asaltantes intentaron que no se transmitiera por televisión el asalto al Congreso, unas cámaras autónomas grabaron los hechos. El discurso del rey tranquilizó mucho a la población porque temían la vuelta a una dictadura militar. También se acuerda de que el único diputado que no se tiró al suelo por los disparos fue Santiago Carrillo. Un amigo suyo que estaba cumpliendo el servicio militar en Valencia salió a la calle con un tanque. A día de hoy se han conservado los balazos en el techo en recuerdo de aquel día.
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