martes, 23 de febrero de 2016

La tarde del 23F en la capital Soriana

Aquella tarde mi madre se disponía a pasar un buen rato tomando un cafe y echando una partida de cartas con una amiga en el bar Jocar del calaverón. Cuando acabó la partida, fué directa a sus clases de mecanografía y taquigrafía en la academia que tenian los Irigoyen en la Avenida de Valladolid dando un paseo por la Alameda de Cervantes.
 A última hora de la tarde, un estudiante en la academia alertó de que había oído algo de que había habido un golpe de estado. En pocos minutos empezaron a circular avenida arriba, avenida abajo, los Seat 131 de la Policía Nacional. Cuando acabó la clase, mi madre volvió a casa donde vivía con su hermano pequeño. Subiendo a casa comenzó a darle un ataque de gota, al llegar a casa mi tío le informó de lo que pasaba, mi abuelo que era camionero estaba aquel día en Valencia y la familia estaba preocupada por lo que le pudiera pasar.
Aquella noche nadie salio a la calle, mi tío y mi madre vieron una película hasta que salió el Rey en televisión. Mi madre aquella noche con el ataque de gota, a penas pudo dormir, una noche para no olvidar.

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