miércoles, 23 de noviembre de 2016

Mi madre apenas tenía 5 años cuando murió Franco. Desde su mente de niña recuerda que fue un día especial porque no hubo colegio, pero se daba cuenta de que no era un día festivo al uso. En el ambiente detectaba miedo e incertidumbre, en la televisión se hablaba de la muerte de un señor que debía de ser muy importante. Cuando volvió al colegio, las monjas seguían hablando del tema como si de la muerte de un "santo" se tratara. Pero en casa pasados unos días se respiró tranquilidad y alivio , se avecinaban cambios importantísimos para nuestro país, se abrió paso a una época de retorno de las libertades. Pasados unos años fue cuando comprendió la famosa frase: "Si Franco levantara la cabeza..."

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